domingo, 26 de junio de 2011

moonlight mile




MOONLIGHT MILE

Brad Silberling is a film maker known in our country for their outstanding work in commercial films "Casper," "Lemony Snicket´s A series of unfortunates events" and "City of Angels". But beyond his work as a studio director, he has made its first steps in art house films, leaving a little gem called "Moonlight mile".




Watching the film, you may think that there are discrete traps in the script, which are a necessary sacrifice for the truth of a story in which the characters are on the edge of their feelings. However, the characters are so well drawn by the writer and director (and performed beautifully by the cast), that you perceive and understand each situation very well. Investigating, I discovered that this story is a posthumous tribute to the last Silberling's girlfriend, the actress Rebecca Schaeffer, who was murdered by an obsessed fan.

The film's title comes from a Rolling Stones’ song with the same name, and Silberling uses the song in a key sequence, full of poetry with an American style. Jake Gyllenhaal (before the boom of Brokeback Mountain he wasn’t as well known as nowadays), plays the starring role of a boy who is living at a crossroads: after the loss of his fiancée he has to choose between to be faithful to himself or to the ones around him. Susan Sarandon (as immense as ever), Dustin Hoffman and Ellen Pompeo complete the main cast, with a collaboration reserved for Holly Hunter, sadly wasted in some films on the big screen. The starring of "Grey's Anatomy" seemed to promise us a great future in the big screen when she played her role in this film. She played the girl who falls in love with Gyllenhaal in the fiction, a young woman whose life is empty since her boyfriend disappeared in the war of Vietnam. 



The beginning of the film shows us the biggest tragedy, which is losing the loved one, and explores the indelible pain which make us formulate the questions ‘What next?’ or ‘When are we going to recover?’. Silberling answers to these questions with his film, giving us an encouraging vision of the subject. Perhaps the most attractive of this film is a very simple and thoughtful film, based on taking a loss, and finding the reasons and courage to move forward. It is reflected in each sequence in the house of Sarandon and Hoffman and in the conversations with Gyllenhaal, and although it is one of the sequences with more cynicism, I personally think that is manifested in the outbreak of Joe (Gyllenhall) in the podium. The sad thing is that there is no such outbursts of sincerity so often in the real life.

The film is an intimate commitment, unpretentious, but at the same time it is clean, comes far as it goes, and leaves the viewer an important job, which may or may not see how much you have to offer depending solely on their willingness to do so.

Furthermore, the film is a musical gem, starting with the score by Mark Isham, who has stood out with "House of my life," and signing an impeccable soundtrack. Every song sounds throughout the footage, and is so careful and very well chosen that you wonder if the songs are part of the autobiographical soundtrack of Silberling or part of the day and time that the characters living in New England in the 60s. There are treasures like "Coming back to me" by Jefferson Airplane, "Razor Face" by Elton John and two of the masterpieces of Van Morrison "I'll be your lover too" and "Sweet Thing",  which are perfect for the sequences in which they apeear.
Curiously, at the end of the credits the director makes a personal dedication "To all lovers, those who left and those to come." 
Anyway, this is a recommendation for you to see the film if you haven’t seen it yet. We hope you enjoy it.
 

martes, 21 de junio de 2011

Robert Redford



A la espera de que su última película como director, "The Conspirator", llegue a los cines, aprovechamos para hacer un repaso por la carrera de Robert Refdford, que más allá de sus excelentes trabajos como actor y director, se ha convertido en una leyenda en vida, contribuyendo como pocos a que el cine siga sobrepasando límites, algo que sin duda merece el reconocimiento de todos los cinéfilos.

Charles Robert Redford Jr empezó a estudiar interpretación para aprender más sobre el teatro mientras estudiaba diseño de escenario, lo que fue una afortunada casualidad, puesto que estaba llamado a ser uno de los grandes de la pantalla. No tardó en llegar su primer papel en el cine, "Warhunt", de Dennis Sanders.
Tras unas cuantas obras de teatro y algunos papeles sin relevancia más, viajó a España en 1966 con la intención de instalarse aquí y vivir una "vida bohemia", pero le ofrecieron hacer la película "Descalzos por el parque", que ya había representado en el teatro, y volvió. Éste sería el papel definitivo para lanzarlo al éxito, e irían llegando las magníficas "Dos hombres y un destino", "Tal como éramos" o "El golpe", por la que recibiría su primera nominación al oscar a mejor actor principal.



Fue entonces cuando Redford decidió ir más allá y montó su propia productora, Wilwood Enterprises. Su primer proyecto, "Gente corriente", le valió el oscar a mejor director, y en ella, Redford se sumereg en uno de sus temas recurrentes; la relación entre padres e hijos. El trío protagonista, interpretado por Donald Sutherland, Mary Tayler Moore y Thimoty Hutton, recibió muy buenas críticas, realizando todos una sólida interpretación, y confirmando a Hutton como una de las jóvenes promesas de su generación (es imperativo decir que la industria no ha sabido sacarle partido a un actor como él).

Por ésta época, Redfrod fue más allá y creó un centro de enseñanza para jóvenes cinestas: El instituto Sundance. Para quien no lo sepa, el nombre le viene de su personaje en "Dos hombres y un destino". Lo construyó en sus terrenso de Utah, y lo llevó a cabo a pesar de no encontrar ayudas adicionales. El centro subvencionaba el aprendizaje de los alumnos durante cuatro semanas. Dada la calidad de los trabajos generados, optó por fundar un festival de cine paralelo, que se ha convertido en el festival de cine independiente más importante del mundo.

Su segunda película, "Un lugar llamado milagro", quizá sea la menos conocida (aunque en mi humilde opinión es mejor que la anterior), y en ella tenemos como protagonista el otro tema favoito de Redford: la naturaleza. Amor que, según el mismo dice, nació cuando de pequeño visitó el parque de Yosemite. Como anécdota, fue durante el rodaje de ésta película cuando conoció a la que sería su pareja durante algunos años, Sonia Braga, y con la que hizo pública su relación tras separarse de su primera mujer, Lola.

En 1992 llegaría una de las obras cumbre del director, "El río de la vida", que conjuga a la perfección sus dos temas predilectos. En ésta podemos ver a un Redford mucho más crecido tras la cámara, que narra la historia de dos hermanos que nacen en Montana, retratando como nadie la belleza de sus paisajes, el arte de la pesca con mosca, y presentando a un Brad Pitt hecho a su imagen y semejanza. Además de la naturaleza y la relación entre padres e hijos (Tom Skerrit hace el papel de su vida), Redford añade un tema más a su lista, el de la superación. En éste caso, la pesca con mosca como deporte favorito y segunda religión de la familia, nos embarca en la búsqueda de la perfección, de la superación personal, y de cómo a través de ello, podemos encontrar la paz. Más allá de un guión ameno y bien construído, de unos actores idóneos y magníficamente dirigidos, Redford eleva ésta película a otro nivel con secuencias que pasarán a la historia, y con un retrato del hombre y la naturaleza que pocos han sabido captar (Atención a cualquiera de los planos en los que están pescando, con la caña y el sedal suspendidos sobre el río).


"Quiz Show" suspuso su segunda nominación a mejor director, un drama basado en el caso real de un concurso de televisión amañado que conmocionó a EEUU. Aunque con un corte más político, el tema de la relación entre padres e hijos puede verse reflejado también en la película, que sin embargo, no sobrepasó las cotas de calidad alcanzadas con su anterior film.

Pasarían unos cuantos años hasta que Redford encontrara otra historia para llevar a la pantalla, pero entonces leyó "El hombre que susurraba al oído de los caballos", la deliciosa novela de Nicholas Evans, y decidíó llevarla al cine. No obstante, el resultado no fue el deseado para una producción tan esperada. Tantos los fans de la novela (entre los que me cuento), como a los fans de Redford, les pareció poco acertada la elección del reparto y el final sacado de la manga. Hoy en día es recordada sobre todo por dar a conocer a Scarlett Johansson, pero vista desde un prisma menos crítico, vemos mucho de Redford (y por lo tanto, bueno) en ella. Además de ahondar en un tema no ausente pero si escaso en su filmografía, el amor, el retrato de la naturaleza (ésta vez adornada con caballos) no decepciona, y la escena del baile entre ellos, cuya escenficación nos es si no mérito del director, es abrumadora, retratando el deseo más íntimo en una sala llena de gente (incluído el sufrido marido, interpretado por Sam Neil).

Dos años después Redford llevó a la pantalla otra magnífica historia, "La leyenda de Bagger Vance". Si bien hubiera deseado poder interpretarla él mismo junto a su amigo Morgan Freeman, acabó desistiendo, consciente de que eran demasiado mayores para el papel. Los roles recayeron en Matt Damon y Will Smith, siendo el papel de la chica para la incombustible Charlize Theron. Podría decirse que Redford alcanzó su punto álgido en la temática naturista con "El río de la vida", pero ésta película está envuelta en preciosos y delicados planos naturales que incrementan su belleza con la voz de Jack Lemon como narrador. Sus otros dos temas principales también tienen lugar aquí; todos hacen de padre para el pequeño Hardy, mientras él mismo va encontrando la manera de reconciliarse con el suyo, y ver su grandeza a través de su humildad y decencia. Asímimo, la superación nunca la ha reflejado mejor el director, y es que la transformación que sufre Junuh puede aplicarse a cualquier persona. Cada metáfora que sale de Bagger Vance puede ser una lección vital valiosa para todo aquél dispuesto a escuchar, el golf se presenta como instrumento para que los personajes puedan superarse a sí mísmos, pero no es si no la vida misma de la que hablan con el juego.
A pesar de su calidad, "La leyenda de Bagger Vance" no tuvo el reconocimiento que muchos creemos que merece, probablemente porque en ésta ocasión Redford se mantuvo fiel al final correcto (quizá aprendió de "El hombre que susurraba a los caballos"), y no otorgó a su protagonista un final de cuento de hadas (que bastante de ésto hay ya en el film), si no uno sincero y elocuente, cargado igualmente de emoción. Y por si queda alguna duda al finalizar el torneo de la isla Crue, nos queda el impresionante epílogo de Jack Lemon, que se despediría con ésta película, y una frase que pasaría a formar parte de la memoria de algunos de nosotros:

"...Como dijo Bagger, es un juego que no se gana o se pierde, sólo se juega. Pero sigo jugando, juego por los momentos que han de venir, buscando mi lugar en el campo"


Con el escándalo generado por la guerra de Irak, Redford decidió volver a ponerse detrás de la cámara para hablarnos de la manipulación de la información en dicho conflicto, y como el título indica, del sacrificio realizado por los líderes políticos para alcanzar sus objetivos. Redford se limitó aquí exclusivamente al tema político, dejando a un lado el resto de sus temáticas (excepto quizás algunos destellos de paternalidad entre el profesor y sus alumnos) y descubriendo al hoy conocidísimo Andrew Garfield, con el que muchos tuvimos una corazonada al ver "Leones por corderos". Ni la inmejorable Meryl Streep ni la eficiencia de Tom Cruise lograron que la película alcanzara la calidad esperada. Quizá las pretensiones de denuncia impresas en el metraje, cegaron la visión de Redford en algunos momentos. Con ésta como última muestra estrenada hasta la fecha, sus seguidores esperamos ansiosos el citado estreno de "The conspirator", en el que de antemano sabemos, además del excelente reparto capitaneado por James Mcavoy, Robin Wright y Kevin Kline, que el tema político vuelve a ser el de más importancia, sólo esperamos que Redford sepa encontrar el equilibrio en ésta ocasión. Son demasiados años notando su ausencia...


   

domingo, 12 de junio de 2011

los mejores bailes de películas

Siguiendo con nuestras disertaciones y clasificaciones habituales, que tanto os gusta comentar, os proponemos en ésta ocasión una de bailes míticos de la historia del cine, y algunos no tan míticos, pero sí de nuestros favoritos. No obstante, y para que conste, mencionamos algunos que no vereis en el ranking pero que son todo un referente en el género, desde el baile de Toni Manero en "Fiebre del sábado noche" a cualquier baile de Ginger Rogers y Fred Astaire, o de los musicales más conocidos: Chicago, All that jazz o Fama. Y en nuestro cine, cualquier baile de Lola Flores o Marisol.
Esperamos que os guste nuestra selección, y que como siempre, os animeis a comentar el vuestro.


1. Lasse Hallstrom ya era un gran director antes de ser descubierto por el público mayoritario con "Las normas de la casa de la sidra", y una prueba es ésta secuencia de la genial "Algo de qué hablar", en la que Dennis Quaid revela sus dotes de bailarín, y hasta saca del apuro a una descoordinada Julia Roberts.
PREMIO: Al baile más tierno,el momento, la canción, la pareja...todo en la escena es idóneo.
BSO: "Can´t help myself" de The four Tops, versionada. 


No hemos podido encontrar el video, pero os recomendamos tanto el baile como la película.

2. John Travolta ya había dejado claro que era un gran bailarín en "Grease" o la ya mencionada "Fiebre del sábado noche", y Tarantino también lo sabía cuando lo rescaó del olvido en "Pulp Fiction" y le encargó uno de los bailes más recordados, junto a una morena Uma Thurman.
PREMIO:Al más rítmico. La destreza de ambos es indiscutible.
BSO: El gran Chuck Berry con "You never can tell", y es que Tarantino tiene el mismo talento para elegir las canciones de sus películas, que para hacerlas.

3. A pesar de sus carencias (que son muchas), y de todo lo que le sobraba, "Dirty dancing" se convirtió en la película de toda una generación (la nuestra no, pero así es) y en esto reside su encanto, además de en un Patrick Swayze cuyos movimientos de cadera enmoraron a las chicas de tal forma, que muchas querían serían Jennifer Grey para que él les dijera, que nadie pone a Baby en el rincón.
PREMIO:Al más mítico. Es el baile más representado en las escuelas de todo el mundo junto a Grease. 
BSO:Bill Medley & Jennifer Warnes con su archiconocida "The time of my life".



4. Al Pacino se superó a sí mismo con su interpretación del coronel Frank Slade, que le valió un oscar, y por si fuera poco nos dejó una auténtico regalo en pasos de tango(sus clases le costó),con una incandescente Gabrielle Anwar, que nunca volvería a brillar igual que en "Esencia de mujer".
PREMIO:Es sin duda nuestro favorito.El baile es tan estremecedor como toda la película, con una coreografía marcada desde los impulsos del corazón de un ciego, bajo la orgullosa mirada de Chris O´donell.
BSO:"Por una cabeza" de Carlos Gardel.


5.En toda lista sobre bandas sonoras o bailes hay una habitual, y ésa es Flashdance. Jennifer Beals conquistó los 80 con su baile para ingresar en el conservatorio.
Premio: A la más imitada. Los bailes y coreografias de la película de Adrian Lyne inspirarían películas y videoclips durante más de una década, de hecho Jennifer López y Gery Hallywell la emularon hace unos años.
BSO: "What a feeling" de la excepcional Irene Cara, quien 3 años antes había sorprendido con su espectacular voz en "Fama".

6.Con menos técnica pero mucho mucho más divertido es el baile desatado de Kevin Kline en In and Out, en la escena en la que trata de aprender a ser más varonil oyendo una cinta de casette que le repite que "¡los hombres no bailan!", sin nigún éxito.
PREMIO:A la más divertida. La secuencia y el baile están a la altura de un guión impecable y fresco, cuyo protagonista hace uno de sus mejores trabajos.
BSO:"Macho Men" de "The village people".

7.En cuanto a bailes corales, hay un claro referente, West side story, los Sharks y los Jets se enfrentaban con unas magníficas coreografías diseñadas por Jerome Robbins,que acompañaban la consabida historia de Romeo y Julieta. 
Premio:A la más sincronizada. Los dos grupos eran tan diestros con el baile como con las navajas.
Bso: La partitura de Leonard Bernstein con textos de Stephen Sondheim.

8La técnica y la clase de Mikhail Baryshnikov la usó Taylor Hackford en "Noches de sol", en la que el ballet y el claqué unían a dos bailarines muy diferentes.
Premio: A la más rica. La mezcla de ambos estilos enriquece un guión que decae en el algunos memonetos, pero que merece la pena para todo aquél que sienta interés por el baile.
BSO: Aunque no sea la que suena en la secuencia del baile, sin duda es "Say you, say me" de Lionel Richie, y ganadora del oscar a mejor canción de ése año.



9. Antes de ser el blanco de la prensa amarilla, Mel Gibson era considerado sólamente por su trabajo como actor y director, y nos deleitaba con escenas como ésta de "En que piensan las mujeres", de Nancy Meyers.
Premio: Al más elegante. Gibson se marca unos pasos emulando a Frank Sinatra, con un sombrrero y una destreza que hace que sus pasos parezcan totalmente improvisados.
BSO:"I wont´t dance" de Frank Sinatra.
10. Y por último, una película cuyos bailes crearon tendencia en los 80, y convirtieron a Kevin Bacon en ídolo de adolescentes, después de que Herbert Ross le escogiera en lugar de a Jon Bon Jovi para hacer el papel. "Footloose".
Premio: A la homenajeada, y es que después de ver la escena del baile, os dejamos una parodia sacada de la película "Hot Rod" (flipado sobre ruedas), en la que Andy Samberg, un cómico del saturday night live en cuyo personaje de dicho programa basaron la película, emula a Bacon desde el más desternillante ridículo.
BSO: "Footloose" de Kenny Logins.   


Esperamos que hayais disfrutado del repaso. ¡Añadid vuestros bailes favoritos!