Brad Renfro, eterna promesa

Cuando Heath Ledger falleció el 22 de enero de 2008, la noticia se convirtió en portada de todas las revistas y periódicos, y el trágico final del joven aunque consagrado actor dió la vuelta al mundo. No obstante, tan sólo unos pocos días antes, el 15 de enero, fallecía también otro joven actor de 25 años, Brad Renfro, que aunque mucho menos conocido, nos dejó algunos papeles emblemáticos.

Brad Renfro creció (como suele pasar con muchos actores)en el seno de una familia humilde, en Tenesse. Desde los cinco años fue su abuela paterna la que se hizo cargo de él hasta que un día, a los 10 años, fue descubierto por el director de casting de Joel Schumacher, quien le dió su primer papel en la película "El cliente". Brad pasó entonces a ser una de esas excepciones en las que un chaval es capaz de llevar el peso de un papel protagonista sin experiencia alguna. Su interpretación no deslucía en absoluto a pesar de contar con dos grandes de la profesión: Susan Sarandon y Tommy lee Jones. La película, basada en una novela de John Grisham, se convirtió en un éxito de público y taquilla.
La crítica quedó encantada con su interpretación de Mark Sway, y en 1995 ganó el premio "Young star" otorgado por el Hollywood reporter. Además la revista people lo incluyó en la lista de los 30 jóvenes menores de 30 más influyentes.

En declaraciones posteriores ,Renfro comentaría lo mucho que aprendió de esa película y de sus compañeros, y admitiría con arrepentimiento haber mandado notas a Sarandon durante el rodaje, diciéndole que no hacía bien su papel, o que tenía que mejorar algunas cosas.

Aunque menos conocido en nuestro país, Renfro fue durante sus buenso años un habitual de las revistas de adolescentes por su aire de chico rebelde y su belleza poco común, en la que ningún rasgo era especialmente bonito, aunque en conjunto lo hacían muy atractivo. Durante una visita a España para promocionar una de sus películas, Renfro posó para la portada de la revista "You", e invitó a salir a la modelo con la que se hizo las fotos.

A pesar de contar con un prometedor punto de partida para forjarse una gran carrera, Renfro sufriría dos tragedias; una, el no ser tan guapo a medida crecía (cosa que sabemos que Hollywood no perdona a sus estrellas infantiles), y la otra, su adicción a las drogas.

Encadenando una película tras otra (Huck and finn, The cure), Renfro fue adquiriendo peso y experiencia. En 1996 encarnó a Brad Pitt de joven en la magnífica "Sleppers", de Barry Levinson, donde aparecía también Kevin Bacon, con quien compartiría papel tan sólo un año después en "Telling lies in america", interpretando a un chico inmigrante en los estados unidos de los años 50. La crítica volvió a reconocer de nuevo su labor con el acento del personaje.

En 1998 protagonizó junto a Ian Mckellen la estremecedora "Verano de corrupción", del entonces prometedor Bryan Singer, y la crítica se deshizo de nuevo en halagos con él por su interpretación de un macabro joven, que descubre que su vecino es un antiguo general nazi y decide extorsionarle.
Fue éste mismo año cuando la carrera de Renfro, hasta entonces implecable, empezó a descender tras su primera detención por posesión de drogas.

Desde entonces trató de superar su adicción a la vez que hacía roles de menor importancia cada vez, hasta que una fatídica noche murió en su casa de los ángeles a causa de una sobredosis accidental de heroína y morfina. Su novia lo encontró a la mañana siguiente, tras haberlo dejado al noche anterior bebiendo con unos amigos. A pesar de que nunca llegó a ser tan conocido como muchos de sus compañeros que corrieron la misma suerte, su labor como actor es una muestra de lo que podía haber sido de haber seguido formándose y trabajando, a la vez que un legado mucho más prometedor que el de algunas estrellas que carecían de su don innato para la interpretación.

Lasdelcine hemos querido hacer nuestro pequeño homenaje a un actor que, a pesar de su prematura muerte, no merece caer en el olvido.