martes, 29 de marzo de 2011

moonlight mile

EL COMPROMISO

Brad Silberling es un director más o menos conocido en nuestro país por películas comerciales como "Casper", "Una serie de catastróficas desdichas" o "City of Angels". Pero más allá de su trabajo como director de estudio, ha hecho sus pinitos en el cine de autor, dejándonos una pequeña joya llamada "Moonlight mile" (El compromiso).



Ya desde los títulos de crédito, nos encontramos ante una película singular, diferente y especial.Incluso cuando avanzamos en el metraje, y empezamos a percibir discretas trampas de guión en algunos momentos, y que curiosa y justificadamente, parecen un sacrificio necesario para la veracidad de una historia, cuyos personajes están al borde de sus sentimientos. No obstante, están tan bien dibujados por el guionista y director (e interpretados magníficamente por el reparto), que uno percibe y entiende cada una de las situaciones. 
Investigando, descubrí que la historia es un homenaje póstumo a la difunta novia de Silberling, la actriz Rebecca Schaeffer, asesinada por un fan obsesionado.Una carga personal presente en la labor de un director que nos sorprende en su aventura por rodar una historia arriesgada para la taquilla, la suya propia, cuando ya había quedado demostrada su solvencia en Hollywood, y poniendo el mismo cuidado en cada plano y acción como el que ya intuimos en sus anteriores entregas.

El título de la película le viene de la canción de los Rolling Stones con el mismo nombre, y para la que Silberling reserva una secuencia clave, cargada de poesía a la americana.
Un Jake Gyllenhall poco conocido antes del boom de Brokeback Mountain, asume el papel protagonista de un chico que se encuentra en una encrucijada vital:ser fiel a sí mísmo o a los que le rodean, tras la pérdida de su prometida.
Susan Sarandon (inmensa como nunca), Dustin Hoffman y la entonces anónima Ellen Pompeo, completan el reparto principal, con una colaboración reservada para Holly Hunter, tristemente desaprovechada desde hace tiempo en la gran pantalla.
La protagonista de "Anatomía de Grey" prometía cuando interpretó a la chica de la que se enamora Gyllenhall en la ficción, interpretando el papel de una joven cuya vida se encuentra en suspenso desde que su novio desparaciera en la guerra de Vietnam.




El comienzo del film plantea la peor de las tragedias, perder a un ser querido, y explora el dolor imborrable que éso nos deja, junto con las inevitables cuestiones ¿Cómo seguir? o ¿Cuándo se supera?, Silberling responde a éstas preguntas con su película, dándonos una visión sobre el tema, que resulta esperanzadora. Quizá lo más atractivo de ésto, es que es una respuesta sencilla y meditada, basada en asumir una pérdida, y en encontrar los motivos y el valor para seguir adelante. Se refleja en cada secuencia en la casa de Sarandon y Hoffman, en las conversaciones de ésta con Gyllenhall, y ,aunque se trate de una de la secuencias con más cinismo, personalmente pienso que se manifiesta en el estallido de Joe (Gyllehall) en el estrado, donde lo más triste es que no haya arranques de semejante sinceridad tan a menudo en el mundo real.
El Compromiso es una película íntima, sin pretensiones, pero por ésto mismo es limpia, llega hasta donde llega, y deja un trabajo importante al espectador, que puede o no ver lo mucho que tiene que ofrecer dependiendo únicamente de su disposición a hacerlo. Recomiendo un par de visionados...



Por si fuera poco, el film es una auténtica joya musical, empezando por la partitura de Mark Isham, quien ya destacó con "La casa de mi vida", y que firma una banda sonora impecable, acompañando todas y cada una de las canciones que suenan a lo largo del metraje, y que están tan cuidadosa y magníficamnete escogidas que uno se pregunta hasta qué punto forman parte de la banda sonora autobiográfica de Silberling. Cada canción forma parte del momento y de la época que viven los personajes, en la nueva Inglaterra de los 60. Con tesoros como "Coming´g back to me" de Jefferson Airplane, "Razor face" de Elton john o dos de la obras maestras de Van Morrison "I´ll be your lover too" o "Sweet thing", que describen como ninguna otra canción las secuencias que acompañan.
Como curiosidad, al final de los créditos el director reserva una dedicatoria personal "A todos los amores, los que se fueron y los que están por llegar".

Sin más, ésto viene a ser una recomendación para que os animéis a verla sin aún no lo habéis hecho. Esperamos que os guste.

2 comentarios:

  1. Buen artículo, tendré que volver a verla.

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  2. Chicas, estos dos últimos artículos están muy bien elaborados, os vais superando por momentos, sin continuais así vais a conseguir que me convierta en un asíduo de vuestro blog.

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