martes, 21 de junio de 2011
Robert Redford
A la espera de que su última película como director, "The Conspirator", llegue a los cines, aprovechamos para hacer un repaso por la carrera de Robert Refdford, que más allá de sus excelentes trabajos como actor y director, se ha convertido en una leyenda en vida, contribuyendo como pocos a que el cine siga sobrepasando límites, algo que sin duda merece el reconocimiento de todos los cinéfilos.
Charles Robert Redford Jr empezó a estudiar interpretación para aprender más sobre el teatro mientras estudiaba diseño de escenario, lo que fue una afortunada casualidad, puesto que estaba llamado a ser uno de los grandes de la pantalla. No tardó en llegar su primer papel en el cine, "Warhunt", de Dennis Sanders.
Tras unas cuantas obras de teatro y algunos papeles sin relevancia más, viajó a España en 1966 con la intención de instalarse aquí y vivir una "vida bohemia", pero le ofrecieron hacer la película "Descalzos por el parque", que ya había representado en el teatro, y volvió. Éste sería el papel definitivo para lanzarlo al éxito, e irían llegando las magníficas "Dos hombres y un destino", "Tal como éramos" o "El golpe", por la que recibiría su primera nominación al oscar a mejor actor principal.
Fue entonces cuando Redford decidió ir más allá y montó su propia productora, Wilwood Enterprises. Su primer proyecto, "Gente corriente", le valió el oscar a mejor director, y en ella, Redford se sumereg en uno de sus temas recurrentes; la relación entre padres e hijos. El trío protagonista, interpretado por Donald Sutherland, Mary Tayler Moore y Thimoty Hutton, recibió muy buenas críticas, realizando todos una sólida interpretación, y confirmando a Hutton como una de las jóvenes promesas de su generación (es imperativo decir que la industria no ha sabido sacarle partido a un actor como él).
Por ésta época, Redfrod fue más allá y creó un centro de enseñanza para jóvenes cinestas: El instituto Sundance. Para quien no lo sepa, el nombre le viene de su personaje en "Dos hombres y un destino". Lo construyó en sus terrenso de Utah, y lo llevó a cabo a pesar de no encontrar ayudas adicionales. El centro subvencionaba el aprendizaje de los alumnos durante cuatro semanas. Dada la calidad de los trabajos generados, optó por fundar un festival de cine paralelo, que se ha convertido en el festival de cine independiente más importante del mundo.
Su segunda película, "Un lugar llamado milagro", quizá sea la menos conocida (aunque en mi humilde opinión es mejor que la anterior), y en ella tenemos como protagonista el otro tema favoito de Redford: la naturaleza. Amor que, según el mismo dice, nació cuando de pequeño visitó el parque de Yosemite. Como anécdota, fue durante el rodaje de ésta película cuando conoció a la que sería su pareja durante algunos años, Sonia Braga, y con la que hizo pública su relación tras separarse de su primera mujer, Lola.
En 1992 llegaría una de las obras cumbre del director, "El río de la vida", que conjuga a la perfección sus dos temas predilectos. En ésta podemos ver a un Redford mucho más crecido tras la cámara, que narra la historia de dos hermanos que nacen en Montana, retratando como nadie la belleza de sus paisajes, el arte de la pesca con mosca, y presentando a un Brad Pitt hecho a su imagen y semejanza. Además de la naturaleza y la relación entre padres e hijos (Tom Skerrit hace el papel de su vida), Redford añade un tema más a su lista, el de la superación. En éste caso, la pesca con mosca como deporte favorito y segunda religión de la familia, nos embarca en la búsqueda de la perfección, de la superación personal, y de cómo a través de ello, podemos encontrar la paz. Más allá de un guión ameno y bien construído, de unos actores idóneos y magníficamente dirigidos, Redford eleva ésta película a otro nivel con secuencias que pasarán a la historia, y con un retrato del hombre y la naturaleza que pocos han sabido captar (Atención a cualquiera de los planos en los que están pescando, con la caña y el sedal suspendidos sobre el río).
"Quiz Show" suspuso su segunda nominación a mejor director, un drama basado en el caso real de un concurso de televisión amañado que conmocionó a EEUU. Aunque con un corte más político, el tema de la relación entre padres e hijos puede verse reflejado también en la película, que sin embargo, no sobrepasó las cotas de calidad alcanzadas con su anterior film.
Pasarían unos cuantos años hasta que Redford encontrara otra historia para llevar a la pantalla, pero entonces leyó "El hombre que susurraba al oído de los caballos", la deliciosa novela de Nicholas Evans, y decidíó llevarla al cine. No obstante, el resultado no fue el deseado para una producción tan esperada. Tantos los fans de la novela (entre los que me cuento), como a los fans de Redford, les pareció poco acertada la elección del reparto y el final sacado de la manga. Hoy en día es recordada sobre todo por dar a conocer a Scarlett Johansson, pero vista desde un prisma menos crítico, vemos mucho de Redford (y por lo tanto, bueno) en ella. Además de ahondar en un tema no ausente pero si escaso en su filmografía, el amor, el retrato de la naturaleza (ésta vez adornada con caballos) no decepciona, y la escena del baile entre ellos, cuya escenficación nos es si no mérito del director, es abrumadora, retratando el deseo más íntimo en una sala llena de gente (incluído el sufrido marido, interpretado por Sam Neil).
Dos años después Redford llevó a la pantalla otra magnífica historia, "La leyenda de Bagger Vance". Si bien hubiera deseado poder interpretarla él mismo junto a su amigo Morgan Freeman, acabó desistiendo, consciente de que eran demasiado mayores para el papel. Los roles recayeron en Matt Damon y Will Smith, siendo el papel de la chica para la incombustible Charlize Theron. Podría decirse que Redford alcanzó su punto álgido en la temática naturista con "El río de la vida", pero ésta película está envuelta en preciosos y delicados planos naturales que incrementan su belleza con la voz de Jack Lemon como narrador. Sus otros dos temas principales también tienen lugar aquí; todos hacen de padre para el pequeño Hardy, mientras él mismo va encontrando la manera de reconciliarse con el suyo, y ver su grandeza a través de su humildad y decencia. Asímimo, la superación nunca la ha reflejado mejor el director, y es que la transformación que sufre Junuh puede aplicarse a cualquier persona. Cada metáfora que sale de Bagger Vance puede ser una lección vital valiosa para todo aquél dispuesto a escuchar, el golf se presenta como instrumento para que los personajes puedan superarse a sí mísmos, pero no es si no la vida misma de la que hablan con el juego.
A pesar de su calidad, "La leyenda de Bagger Vance" no tuvo el reconocimiento que muchos creemos que merece, probablemente porque en ésta ocasión Redford se mantuvo fiel al final correcto (quizá aprendió de "El hombre que susurraba a los caballos"), y no otorgó a su protagonista un final de cuento de hadas (que bastante de ésto hay ya en el film), si no uno sincero y elocuente, cargado igualmente de emoción. Y por si queda alguna duda al finalizar el torneo de la isla Crue, nos queda el impresionante epílogo de Jack Lemon, que se despediría con ésta película, y una frase que pasaría a formar parte de la memoria de algunos de nosotros:
"...Como dijo Bagger, es un juego que no se gana o se pierde, sólo se juega. Pero sigo jugando, juego por los momentos que han de venir, buscando mi lugar en el campo"
Con el escándalo generado por la guerra de Irak, Redford decidió volver a ponerse detrás de la cámara para hablarnos de la manipulación de la información en dicho conflicto, y como el título indica, del sacrificio realizado por los líderes políticos para alcanzar sus objetivos. Redford se limitó aquí exclusivamente al tema político, dejando a un lado el resto de sus temáticas (excepto quizás algunos destellos de paternalidad entre el profesor y sus alumnos) y descubriendo al hoy conocidísimo Andrew Garfield, con el que muchos tuvimos una corazonada al ver "Leones por corderos". Ni la inmejorable Meryl Streep ni la eficiencia de Tom Cruise lograron que la película alcanzara la calidad esperada. Quizá las pretensiones de denuncia impresas en el metraje, cegaron la visión de Redford en algunos momentos. Con ésta como última muestra estrenada hasta la fecha, sus seguidores esperamos ansiosos el citado estreno de "The conspirator", en el que de antemano sabemos, además del excelente reparto capitaneado por James Mcavoy, Robin Wright y Kevin Kline, que el tema político vuelve a ser el de más importancia, sólo esperamos que Redford sepa encontrar el equilibrio en ésta ocasión. Son demasiados años notando su ausencia...
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el gran Johnny Hooker de El Golpe (mi pelicula favorita).
ResponderEliminarPor cierto, que ideaca esa de venirse a españa a vivir la vida bohemia durante el franquismo, si señor
Lucas
no estaba el hombre muy enterado...
ResponderEliminarEs uno de los mejores.Todas sus películas han dejado huella pero me quedo con Descalzos por el parque, Los tres días del cóndor, Brubaker y tal como éramos. !!qué guapo"
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